Nuestra mente es una máquina que si no funciona a nuestro favor, puede perjudicarnos enormemente. La salud mental es más importante de lo que creemos, ya que si no cuidamos de ella, podemos vernos acabados no sólo a nivel psíquico sino también físico.
Los pensamientos pueden ser de gran ayuda, o pueden convertirse en nuestros peores enemigos. Los famosos ángeles y demonios que representan el bien y el mal, son ejemplos muy claros de cómo nuestra conciencia va oscilando y que puede llegar a tomar caminos que si no detenemos a tiempo, nos llevarán a sitios que no nos hacen nada bien.
Controlar nuestros pensamientos no es una tarea fácil, pero es posible. Hay que hacer un gran trabajo de autocontrol y trabajarlo, como cuando hacemos un ejercicio físico. La mente también necesita un trabajo riguroso, disciplinado y sobre todo ser controlada a tiempo.
A todos nos ha pasado de encontrarnos pensando en algo que no queremos, que nos hace daño, que no nos aporta nada bueno y pareciera que mientras más intentamos evitarlos, más fuertes se hacen y cuesta sacarlos.
No obstante, eliminar los pensamientos tóxicos e indeseados es posible y con un buen entrenamiento podemos llegar a tomar las riendas de nuestra mente.
Detener el pensamiento
Para conseguir esto necesitas dejar de responder internamente a todas esas preguntas y reflexiones que surgen en tu cabeza. Necesitas detener ese diálogo interior y “mirar para otro lago” ignorándolo. De esta forma se irá solo.
Piensa en el presente
La mayoría de los pensamientos tóxicos se centran en el pasado o en el futuro, casi ninguno de ellos tiene que ver con el momento presente. Por eso, lleva a tu mente al ahora, un ejercicio muy bueno para eso es respirar de forma profunda y consciente, y en seguida podrás volver tus pensamientos a una situación actual.
Ponte activo
Los malos pensamientos surgen casi siempre cuando estamos aburridos, o realizando una actividad que no nos motiva lo suficiente o no requiere de gran concentración. Cuando vengan estos pensamientos busca hacer una actividad que te apasione: deporte, lectura, ver amigos, ir de compras, ve a bailar, al cine, o si estás trabajando, tómate un descanso y cambia tu actividad por unos minutos.
Estimula los sentidos
Esto hará que la mente se concentre más en ese sentido (comer algo, escuchar música, acariciar a tu mascota, etc) y que deje los malos pensamientos en un segundo plano.