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Los 5 mejores trucos psicológicos para ser feliz

Ser feliz solo depende de una persona, es decir de nosotros mismos, por lo que no la debemos de buscar en otras personas.

La felicidad es algo que tenemos que dejar que aflore desde nuestro interior. Para ello podemos aprender pequeños trucos que pueden ser muy importantes para que esa felicidad que tenemos dentro salga a la luz de la mejor manera posible.

Por lo que en este artículo te vamos a dar algunos trucos para que encuentres tu propia felicidad sin depender de nada más que de ti mismo.

5 trucos psicológicos para ser feliz

No te encierres en ti mismo

Los expertos recomiendan que compartas risas, experiencias y charlas con las personas que te aporten toda la positividad posible. Siente que te aprecian realmente. Un buen chiste o un buen abrazo puede ser una cura agradable y te pueden ayudar mucho en un momento complicado en la vida.

Si te relacionas con las personas de una forma sana, va a ser algo bueno para ti también.

Haz lo que más te guste

Pasa el mayor tiempo posible haciendo lo que más te gusta. Puede ser ir de senderismo, visitar museos o jugar al fútbol con tus amigos. Es importante que dediques un tiempo solo y exclusivamente para ti. Esto te va a ayudar a estar activo, sentirte vivo, pleno y realizado en todo momento.

No te puedes quedar en el sofá dejando que tu vida pase.

Disfruta de las pequeñas cosas que te da la vida

Hay ocasiones en las que haces cosas y no te das cuenta de disfrutarlas y es algo que no tiene precio. Debes descubrir el placer de disfrutarlas. Algunos ejemplos de ello puede ser: tomar un café mientras ves la lluvia caer en los cristales, los besos que le das a tu familia y amigos o ver el paisaje mientras paseas por el campo.

Cuidar el cuerpo y la mente

Los psicólogos recomiendas que, para ser feliz, se ha de cuidar el cuerpo y la mente. Así tendremos una imagen sana de nosotros mismos, e incluso podemos dar una imagen muy positiva de nosotros mismos hacia fuera. Para ello date un tiempo de desconexión de todo tipo de tecnologías y dale un descanso a tu mente. Esto, junto con hacer ejercicio, va a provocar que se puedan liberar las endorfinas, las hormonas responsables de la felicidad 🙂

Debes aprender a decir no

En muchas ocasiones estamos infelices con los demás porque hacemos cosas que no queremos hacer, ya que no sabemos decir que no a tiempo. No podemos estar siempre satisfaciendo los deseos de los demás, mientras que los nuestros se desvanecen.

Tienes que empezar a respetarte a ti mismo en todo momento. Después ya ayudarás a los demás, si es necesario.

Conclusión

Si quieres ser feliz, los psicólogos recomiendan una gran cantidad de trucos. Eso sí, antes de seguir estos trucos a rajatabla tienes que tener en cuenta que encontrar la felicidad está solo en uno mismo, por lo que tendrás que que dejar que salga a la luz. Para ello tienes que estar activo y cuidar tu mente y tu cuerpo de la mejor manera posible.

7 consejos para tomar decisiones con claridad

LA DIFICULTAD DE LA SENSATEZ

Dicen que ser adulto significa poder (y tener) que tomar decisiones de manera individual, sin ayuda ajena. Pero el caso no es tomar una decisión, sino tomar una buena decisión. He ahí la clave, y la necesidad de que la claridad reine en este complicado proceso decisivo, valga la redundancia, en la vida diaria de todo adulto.

1. Pondera

Probablemente, una vez ha llegado la hora de tomar una decisión importante, lo que hemos de hacer primero es ponderar las opciones que tenemos. Las listas de pros y contras son famosas por su utilidad, desde las elecciones más sencillas hasta las decisiones en las que se pone en juego el futuro de la humanidad. Esto es lo que significa ponderar: poner en una balanza las opciones y observar cuál es la que pesa más. Cuál es la que merece la pena. Ponderar no solo nos ayuda a elegir: nos ayuda a estar tranquilos al saber que hemos elegido la opción de la cual mayor beneficio obtendremos.

2. Relativiza

Me atrevo a afirmar que cualquier cosa que decidas no supondrá el fin del mundo. Hemos de pensar que todo en la vida tiene solución. Eso que estás a punto de elegir puede ser relativizado de tal manera que acabarás pensando que se trata de una decisión de niños. Relativizar nos ayuda a superar el miedo de la indecisión. Relativizando podremos tomar una decisión ajena al miedo de equivocarnos. Esa es la clave de despejar la mente y decantarnos por la opción correcta. Es importante saber que, pase lo que pase, habrá remedio para el error.

3. Aspectos a tener en cuenta

Cuando tomamos una decisión, es importante tener en cuenta que, quizá, no solo nos afecta a nosotros. Tenemos que pensar si las consecuencias colaterales afectan o no a nuestro alrededor, y si merecen la pena. Además, existen otros aspectos a tener en cuenta a la hora de decidir y decantarse por cualesquiera que sean las opciones: cómo afectará la decisión a nuestro futuro inmediato y al largo plazo, qué es lo que dejas atrás al tomar la decisión, qué ganas… Es entonces cuando aplicamos la regla número uno, ponderar, y decidimos qué es lo que pesa más en nuestra balanza personal.

4. Tranquilidad

Hay una frase que decía un santo español que puede aplicarse muy bien a la situación: «En tiempos de desolación, no hacer mudanza». Es decir, nunca hemos de tomar decisiones clave cuando estamos nerviosos. Pensar con claridad es imposible cuando el ambiente es ajetreado y estresante. La tranquilidad es clave a la hora de pensar y decidir. Nunca, bajo ninguna circunstancia, han de tomarse decisiones si nos encontramos en un estado mental agitado.

5. El antes

La clave de una decisión se encuentra en qué es lo que se quiere cambiar. Esto es lo que hemos de tener más claro a la hora de decidir. Si entendemos realmente qué es lo que queremos cambiar, la decisión entonces será mucho más clara de lo que sería si la tomamos a la ligera. Debemos estar seguros, además, de que efectivamente queremos cambiar algo. Dejar atrás supone un enorme paso.

6. El después

Es también importante pensar en el después de haber tomado la decisión. Pensar en el futuro es crucial. Sabemos que una decisión afectará, de una manera o de otra, nuestra vida. Por eso la tomamos. Pero, ¿de qué manera va a irrumpir exactamente? Es fundamental tener esto en cuenta para poder tomar una decisión con claridad. Saber a qué tenernos. Saber qué va a pasar. Y estar seguros de que queremos que pase.

Revisión final

Por último, y teniendo en cuenta todos los aspectos anteriormente comentados, hemos de hacer una especie de examen de conciencia general para asegurarnos de que estamos tomando la decisión correcta. No podemos dejar que nadie decida por nosotros, ni que nuestras emociones momentáneas se apoderen de la razón. No debemos decidir solo con el «quiero», sino también con el «puedo», y viceversa. En general, hemos de ponderar, relativizar, tener en cuenta lo afectado, estar tranquilos, y pensar en el antes y el después. Cuando hayamos repasado todos los puntos una última vez, estaremos listos para tomar una buena decisión con una claridad absoluta.

¿Qué es y para qué sirve la programación neurolingüística?

Los seres humanos han estado en constante búsqueda de una respuesta para todo: cómo funciona la naturaleza, comprender cuál es la razón de su existencia y cómo funcionan ellos mismos de manera física y mental.

Esto ha conllevado, entre muchas cosas, el desarrollo de la programación neurolingüística (PNL), la cual ayuda a facilitar la comprensión de los procesos internos del ser humano, su funcionamiento y el conocimiento sus procesos
mentales y emocionales. Esta metodología permite conocer la estructura que sostiene la conducta de las personas y detectar qué se puede mejorar, para luego “reprogramar” su mente.

Definición de programación neurolingüística (PNL)

La PNL es considerada como un modelo de cambio a través del lenguaje y se le define, en muchas oportunidades, como un modelo de comunicación efectiva, debido a que se emplea de manera verbal y no verbal.

El origen de esta metodología data de 1970 cuando el informático Richard Bandler y John Grinder, quien era psicólogo y lingüista, buscaban entender por qué los tratamientos de los terapeutas más famosos en Estados Unidos, eran más efectivos que los del resto.

Tras realizar largas investigaciones, apoyándose en la observación sistemática, llegaron a la conclusión de que el procedimiento que empleaban estos profesionales, con excelentes resultados, se lograba gracias a
la utilización de un patrón de comunicación muy peculiar.

Y fue gracias a los datos obtenidos en sus estudios que elaboraron lo que hoy día es conocido como el sistema genérico de aprendizaje o terapia PNL, la cual tiene la característica de lograr resultados de manera eficiente en poco tiempo, a diferencia de otros sistemas psicoterapéuticos en los cuales se obtienen resultados tras varios años de tratamiento.

Gracias a esta disciplina se logra acceder a toda la estructura interna del cerebro de las personas, donde está archivada la información que se procesa en piloto automático durante su vida, para lograr una reprogramación de todas aquellas cosas que no les están funcionando para ser productivos o que los está limitando a crecer.

¿Para qué sirve la Programación Neurolinguística?

En la actualidad las personas utilizan la PNL para lograr resultados eficaces en su vida personal, tales como: motivarse y motivar a otros, perder miedos, generar confianza en sí mismo, tener relaciones más armoniosas, descartar vicios o malos hábitos, entre otros.

Sin embargo, esta es una metodología que también se implementa en ámbitos empresariales y/o laborales, como por ejemplo: departamento de ventas, recursos humanos, y otros, para solucionar conflictos, lograr un ambiente de trabajo saludable e implementar el liderazgo.

Esta técnica es utilizada para ayudar a desarrollar habilidades que permitan mejorar la productividad de una persona en cualquier ámbito de su vida, y derrumbar barreras que limiten su crecimiento personal, social y laboral.

En conclusión, conocer y aplicar la metodología de la Programación Neurolingüística puede ayudar a cualquier individuo a alcanzar su máximo potencial en muchos ámbitos de su vida. Pero recuerda: siempre es recomendable, en procesos psicológicos, acudir a un profesional capacitado en la materia, tales como: psicólogos, orientadores, entre otros; ya que esto ayudará a conseguir resultados efectivos y permanentes.

Inteligencia emocional según Daniel Goleman

Más de una vez nos habremos preguntado cuál es la diferencia entre un líder carismático, un trabajador estrella, y un trabajador promedio, tal vez mediocre: ¿cuál es el mayor determinante del éxito profesional y personal? Pues la inteligencia emocional, de acuerdo a la propuesta de Daniel Goleman desde mediados de los noventa.

Goleman no fue el primero en utilizar el término «inteligencia emocional», pero, sin duda alguna, fue quien contribuyó a su popularización. La Inteligencia emocional según Daniel Goleman es un constructo que se refiere, básicamente, a un conjunto de capacidades que brindan la posibilidad de reconocer y entender los propios sentimientos y los ajenos, para utilizar dicho entendimiento para dirigir la acción y el pensamiento.

La primera vez que apareció el modelo de Goleman fue en 1995 con su libro Inteligencia emocional (Emotional Intelligence: Why It Can Matter More Than IQ); sin embargo, sus contribuciones siguieron evolucionando y a continuación se expone las habilidades que identifica con la inteligencia emocional de acuerdo a su libro más reciente: La inteligencia emocional en la empresa (Working With Emotional Intelligence).

La inteligencia emocional según Daniel Goleman está compuesta por cinco cinco habilidades generales: la auto-consciencia, la auto-regulación, la motivación, la empatía y habilidades sociales.

En primer lugar, tenemos la auto-consciencia, que permite comprender los propios sentimientos. Básicamente, se compone de consciencia emocional, la auto-valoración y la confianza propia.

La primera, la consciencia emocional se refiere al reconocimiento cómo las emociones afectan nuestro desempeño. Seguidamente, la auto-valoración habla de un entendimiento de las habilidades, fortalezas y debilidades propias. Por último, la confianza propia se refiere al valor y coraje que viene de conocer las habilidades y fortalezas propias.

Por otro lado, tenemos la auto-regulación, que se refiere a la capacidad de contener el exceso emocional cuando respondemos a situaciones inesperadas. Los griegos antiguos la llamaban sofrosyne (cuidado y la inteligencia en el gobierno de la vida propia), mientras que los cristianos y romanos lo denominaban templanza.

La componen el auto control (capacidad para manejar impulsos y emociones inesperadas de forma efectiva), la integridad (honestidad); la «escrupolosidad» (responsabilidad en cumplir las obligaciones); la adaptabilidad (para transformarse y manejar los cambios); e innovación (estar abierto a ideas nuevas).

En tercer lugar, está la capacidad para motivarse, compuesta de la habilidad para manejar y controlar las emociones hacia las metas personales y objetivos propios, determinante del éxito. Estar motivado es hallar el «flujo»; la energía que nos mantiene en movimiento que se encuentra entre la ociosidad y la ansiedad paralizante.

Requiere de un impulso hacia el éxito, que significa la búsqueda constante de la excelencia; así como también de entrega, que representa el compromiso con los valores y objetivos de uno mismo y del grupo; y, por último, necesita también de iniciativa y optimismo, lo que nos motiva a aprovechar las oportunidades.

En otro orden de ideas, las últimas dos habilidades se refieren sobre todo al manejo de grupos y colectivos hacia objetivos determinados. Allí, tenemos la empatía, que proviene del griego empatheia y significa «sentir dentro»; denota la capacidad de percibir la experiencia emocional de otras personas.

Con ella podemos entender a las otras personas, así como orientarnos hacia servir a otros y ayudarlos a desarrollar sus habilidades. Importantísimos son sus aspectos colectivos, en tanto permite equilibrar las habilidades dentro de un grupo diverso de personas y permite identificar las tendencias políticas y sociales dentro de una organización y colectivo.

Finalmente, en la última parte del modelo de inteligencia emocional según Daniel Goleman, tenemos una serie de habilidades sociales que permiten administrar y manejar las relaciones sociales con otras personas, de manera que se dirija la acción colectiva hacia un objetivo en común. Lo componen la capacidad de influencia, de comunicación, de manejo de conflictos, de ejercer liderazgo, de ser catalizador del cambio, creador de vínculos y promover la cooperación y la colaboración.

Tal como hemos visto, entonces, la inteligencia emocional según Daniel Goleman se refiere a una serie de habilidades que permiten conocer las emociones propias y las ajenas para utilizarlas como catalizadores de la acción y del pensamiento, evitando la ansiedad. Estas habilidades pueden agruparse en cinco: la auto-consciencia, conocimiento propio y profundo de las emociones, fortalezas y debilidades; el auto-control, que permite mantener a raya las emociones sobrecogedoras; la motivación, en donde se halla la habilidad de perseguir objetivos y propósitos; la empatía, que mejora las relaciones con las demás personas; y una serie de habilidades sociales que permiten manejar las relaciones sociales de manera que la acción colectiva se dirija hacia un objetivo común.

Referencias
Emotional intelligence (s/f). En Wikipedia. Recuperado el 05 de agosto de 2017 de https://en.wikipedia.org/wiki/Emotional_intelligence
Kennedy, Megan (s/f). Working With Emotional Intelligence. Cuerpo de la página: Primary Goals. Recuperado de http://primarygoals.com/teams/books/emotional-intelligence/
LeaderSummaries (s/f). Inteligencia emocional, resumen del libro de Daniel Goleman. Cuerpo de la página: Leader Summaries. Recuperado de https://www.leadersummaries.com/ver-resumen/inteligencia-emocional