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Bienvenidos a esta web especializada en psicología y desarrollo personal.

En ella podrás encontrar principalmente artículos de actualidad o reflexiones sobre el funcionamiento de la psique humana así como las estrategias más adecuadas para desarrollarnos como seres humanos y, de alguna forma, progresar.

 

Esta web está gestionada por psicólogos especializados en varias disciplinas que irán haciendo sus aportaciones con la mayor frecuencia posible. En estas páginas podréis encontrar información sobre el desarrollo en todas sus áreas. Se tratan temas principalmente de psicología social, evolutiva, motivación, toma de decisiones, psicología aplicada, conductismo, comunicación interpersonal, programación neurolingüística y demás herramientas personales y sociales.

Los 5 mejores trucos psicológicos para ser feliz

Ser feliz solo depende de una persona, es decir de nosotros mismos, por lo que no la debemos de buscar en otras personas.

La felicidad es algo que tenemos que dejar que aflore desde nuestro interior. Para ello podemos aprender pequeños trucos que pueden ser muy importantes para que esa felicidad que tenemos dentro salga a la luz de la mejor manera posible.

Por lo que en este artículo te vamos a dar algunos trucos para que encuentres tu propia felicidad sin depender de nada más que de ti mismo.

5 trucos psicológicos para ser feliz

No te encierres en ti mismo

Los expertos recomiendan que compartas risas, experiencias y charlas con las personas que te aporten toda la positividad posible. Siente que te aprecian realmente. Un buen chiste o un buen abrazo puede ser una cura agradable y te pueden ayudar mucho en un momento complicado en la vida.

Si te relacionas con las personas de una forma sana, va a ser algo bueno para ti también.

Haz lo que más te guste

Pasa el mayor tiempo posible haciendo lo que más te gusta. Puede ser ir de senderismo, visitar museos o jugar al fútbol con tus amigos. Es importante que dediques un tiempo solo y exclusivamente para ti. Esto te va a ayudar a estar activo, sentirte vivo, pleno y realizado en todo momento.

No te puedes quedar en el sofá dejando que tu vida pase.

Disfruta de las pequeñas cosas que te da la vida

Hay ocasiones en las que haces cosas y no te das cuenta de disfrutarlas y es algo que no tiene precio. Debes descubrir el placer de disfrutarlas. Algunos ejemplos de ello puede ser: tomar un café mientras ves la lluvia caer en los cristales, los besos que le das a tu familia y amigos o ver el paisaje mientras paseas por el campo.

Cuidar el cuerpo y la mente

Los psicólogos recomiendas que, para ser feliz, se ha de cuidar el cuerpo y la mente. Así tendremos una imagen sana de nosotros mismos, e incluso podemos dar una imagen muy positiva de nosotros mismos hacia fuera. Para ello date un tiempo de desconexión de todo tipo de tecnologías y dale un descanso a tu mente. Esto, junto con hacer ejercicio, va a provocar que se puedan liberar las endorfinas, las hormonas responsables de la felicidad 🙂

Debes aprender a decir no

En muchas ocasiones estamos infelices con los demás porque hacemos cosas que no queremos hacer, ya que no sabemos decir que no a tiempo. No podemos estar siempre satisfaciendo los deseos de los demás, mientras que los nuestros se desvanecen.

Tienes que empezar a respetarte a ti mismo en todo momento. Después ya ayudarás a los demás, si es necesario.

Conclusión

Si quieres ser feliz, los psicólogos recomiendan una gran cantidad de trucos. Eso sí, antes de seguir estos trucos a rajatabla tienes que tener en cuenta que encontrar la felicidad está solo en uno mismo, por lo que tendrás que que dejar que salga a la luz. Para ello tienes que estar activo y cuidar tu mente y tu cuerpo de la mejor manera posible.

7 consejos para tomar decisiones con claridad

LA DIFICULTAD DE LA SENSATEZ

Dicen que ser adulto significa poder (y tener) que tomar decisiones de manera individual, sin ayuda ajena. Pero el caso no es tomar una decisión, sino tomar una buena decisión. He ahí la clave, y la necesidad de que la claridad reine en este complicado proceso decisivo, valga la redundancia, en la vida diaria de todo adulto.

1. Pondera

Probablemente, una vez ha llegado la hora de tomar una decisión importante, lo que hemos de hacer primero es ponderar las opciones que tenemos. Las listas de pros y contras son famosas por su utilidad, desde las elecciones más sencillas hasta las decisiones en las que se pone en juego el futuro de la humanidad. Esto es lo que significa ponderar: poner en una balanza las opciones y observar cuál es la que pesa más. Cuál es la que merece la pena. Ponderar no solo nos ayuda a elegir: nos ayuda a estar tranquilos al saber que hemos elegido la opción de la cual mayor beneficio obtendremos.

2. Relativiza

Me atrevo a afirmar que cualquier cosa que decidas no supondrá el fin del mundo. Hemos de pensar que todo en la vida tiene solución. Eso que estás a punto de elegir puede ser relativizado de tal manera que acabarás pensando que se trata de una decisión de niños. Relativizar nos ayuda a superar el miedo de la indecisión. Relativizando podremos tomar una decisión ajena al miedo de equivocarnos. Esa es la clave de despejar la mente y decantarnos por la opción correcta. Es importante saber que, pase lo que pase, habrá remedio para el error.

3. Aspectos a tener en cuenta

Cuando tomamos una decisión, es importante tener en cuenta que, quizá, no solo nos afecta a nosotros. Tenemos que pensar si las consecuencias colaterales afectan o no a nuestro alrededor, y si merecen la pena. Además, existen otros aspectos a tener en cuenta a la hora de decidir y decantarse por cualesquiera que sean las opciones: cómo afectará la decisión a nuestro futuro inmediato y al largo plazo, qué es lo que dejas atrás al tomar la decisión, qué ganas… Es entonces cuando aplicamos la regla número uno, ponderar, y decidimos qué es lo que pesa más en nuestra balanza personal.

4. Tranquilidad

Hay una frase que decía un santo español que puede aplicarse muy bien a la situación: «En tiempos de desolación, no hacer mudanza». Es decir, nunca hemos de tomar decisiones clave cuando estamos nerviosos. Pensar con claridad es imposible cuando el ambiente es ajetreado y estresante. La tranquilidad es clave a la hora de pensar y decidir. Nunca, bajo ninguna circunstancia, han de tomarse decisiones si nos encontramos en un estado mental agitado.

5. El antes

La clave de una decisión se encuentra en qué es lo que se quiere cambiar. Esto es lo que hemos de tener más claro a la hora de decidir. Si entendemos realmente qué es lo que queremos cambiar, la decisión entonces será mucho más clara de lo que sería si la tomamos a la ligera. Debemos estar seguros, además, de que efectivamente queremos cambiar algo. Dejar atrás supone un enorme paso.

6. El después

Es también importante pensar en el después de haber tomado la decisión. Pensar en el futuro es crucial. Sabemos que una decisión afectará, de una manera o de otra, nuestra vida. Por eso la tomamos. Pero, ¿de qué manera va a irrumpir exactamente? Es fundamental tener esto en cuenta para poder tomar una decisión con claridad. Saber a qué tenernos. Saber qué va a pasar. Y estar seguros de que queremos que pase.

Revisión final

Por último, y teniendo en cuenta todos los aspectos anteriormente comentados, hemos de hacer una especie de examen de conciencia general para asegurarnos de que estamos tomando la decisión correcta. No podemos dejar que nadie decida por nosotros, ni que nuestras emociones momentáneas se apoderen de la razón. No debemos decidir solo con el «quiero», sino también con el «puedo», y viceversa. En general, hemos de ponderar, relativizar, tener en cuenta lo afectado, estar tranquilos, y pensar en el antes y el después. Cuando hayamos repasado todos los puntos una última vez, estaremos listos para tomar una buena decisión con una claridad absoluta.

Técnicas para el crecimiento personal

El crecimiento personal es un proyecto de vida que puede ocurrir a corto, mediano o largo plazo, pero que, sin duda, alguna se logra con el trabajo constante. Existen diversas técnicas que son de gran ayuda para las personas y que permiten que alcancen su crecimiento personal.

Autoconocimiento

Este proceso empieza por el conocimiento propio, pues la persona debe alcanzar la capacidad de conocerse a sí mismo y poder responder, sin ningún problema, la siguiente pregunta: ¿quién soy? Para lograr eso el individuo debe observarse, analizar sus propios pensamientos, sus preocupaciones, sus sentimientos, descubrir qué lo entristece y qué lo hace feliz.

crecimiento personal

Hábitos

Asimismo, se deben crear nuevos hábitos físicos y mentales. En esto entra tener la capacidad de plantearse ideas concretas y planes realistas, cosas que se puedan lograr, a través del esfuerzo propio y no que sean producto de la suerte o el destino. Por ejemplo, esperar a ganarse la lotería.

Es necesario que se realicen tanto actividades cognitivas como físicas. Leer, ver películas, ver documentales, realizar conversaciones profundas, caminar, correr, nadar, bailar, entre muchas otras. Todo ese tipo de actividades harán que tu mente se despeje y tu cuerpo se relaje. También es una buena opción aplicar técnicas de relajación, como la meditación o el yoga.

Empatía

Por otra parte, resulta indiscutiblemente importante, dejar de pensar en primera persona y que en algunos momentos se tenga la capacidad de pensar en el otro. Estamos hablando de ser empático. Ayudar a los demás sin esperar nada a cambio, es una experiencia que, sin duda, contribuye con el crecimiento espiritual y personal de todo individuo.

Esto no significa que dejarás de pensar en ti, solo que le darás paso a otros pensamientos de tu entorno.

No dejes en un segundo plano ser tú mismo, acéptate tal y como eres. Jamás dejes de expresar tu opinión y tu manera de ver la vida.

¿Qué es y para qué sirve la programación neurolingüística?

Los seres humanos han estado en constante búsqueda de una respuesta para todo: cómo funciona la naturaleza, comprender cuál es la razón de su existencia y cómo funcionan ellos mismos de manera física y mental.

Esto ha conllevado, entre muchas cosas, el desarrollo de la programación neurolingüística (PNL), la cual ayuda a facilitar la comprensión de los procesos internos del ser humano, su funcionamiento y el conocimiento sus procesos
mentales y emocionales. Esta metodología permite conocer la estructura que sostiene la conducta de las personas y detectar qué se puede mejorar, para luego “reprogramar” su mente.

Definición de programación neurolingüística (PNL)

La PNL es considerada como un modelo de cambio a través del lenguaje y se le define, en muchas oportunidades, como un modelo de comunicación efectiva, debido a que se emplea de manera verbal y no verbal.

El origen de esta metodología data de 1970 cuando el informático Richard Bandler y John Grinder, quien era psicólogo y lingüista, buscaban entender por qué los tratamientos de los terapeutas más famosos en Estados Unidos, eran más efectivos que los del resto.

Tras realizar largas investigaciones, apoyándose en la observación sistemática, llegaron a la conclusión de que el procedimiento que empleaban estos profesionales, con excelentes resultados, se lograba gracias a
la utilización de un patrón de comunicación muy peculiar.

Y fue gracias a los datos obtenidos en sus estudios que elaboraron lo que hoy día es conocido como el sistema genérico de aprendizaje o terapia PNL, la cual tiene la característica de lograr resultados de manera eficiente en poco tiempo, a diferencia de otros sistemas psicoterapéuticos en los cuales se obtienen resultados tras varios años de tratamiento.

Gracias a esta disciplina se logra acceder a toda la estructura interna del cerebro de las personas, donde está archivada la información que se procesa en piloto automático durante su vida, para lograr una reprogramación de todas aquellas cosas que no les están funcionando para ser productivos o que los está limitando a crecer.

¿Para qué sirve la Programación Neurolinguística?

En la actualidad las personas utilizan la PNL para lograr resultados eficaces en su vida personal, tales como: motivarse y motivar a otros, perder miedos, generar confianza en sí mismo, tener relaciones más armoniosas, descartar vicios o malos hábitos, entre otros.

Sin embargo, esta es una metodología que también se implementa en ámbitos empresariales y/o laborales, como por ejemplo: departamento de ventas, recursos humanos, y otros, para solucionar conflictos, lograr un ambiente de trabajo saludable e implementar el liderazgo.

Esta técnica es utilizada para ayudar a desarrollar habilidades que permitan mejorar la productividad de una persona en cualquier ámbito de su vida, y derrumbar barreras que limiten su crecimiento personal, social y laboral.

En conclusión, conocer y aplicar la metodología de la Programación Neurolingüística puede ayudar a cualquier individuo a alcanzar su máximo potencial en muchos ámbitos de su vida. Pero recuerda: siempre es recomendable, en procesos psicológicos, acudir a un profesional capacitado en la materia, tales como: psicólogos, orientadores, entre otros; ya que esto ayudará a conseguir resultados efectivos y permanentes.

Productividad en el trabajo

Con cada día que pasa, el mundo laboral y personal en el que nos desenvolvemos se torna más competitivo. Esto se debe principalmente a que ha incrementado el número de profesionales y personas que trabajan por su cuenta (emprendedores); así como también las empresas han aumentado sus niveles de calidad y desempeño. Para tener éxito en este ambiente, debemos comprender cómo a veces malgastamos tiempo valioso, por lo que siempre debemos estar a la búsqueda de cómo aumentar la productividad en el trabajo.

La productividad en el trabajo consiste en realizar más tareas en igual o menor tiempo. Es decir, ser productivo no es un estado, sino un proceso continuo mediante el cual evaluamos y mejoramos nuestras estrategias laborales para obtener mayores resultados y beneficios. Precisamente por ello, la técnica más efectiva para lograrlo consiste en hacernos «rendir cuentas» (a uno mismo, a un compañero o a un jefe).

¿Qué quiere decir y en qué consiste rendir cuentas (en inglés, “to be accountable”)? En pocas palabras, significa ser capaz de dar cuenta sobre cuánto (y cómo) se ha avanzado hacia los objetivos propuestos; implica reconocer que se fracasa principalmente por centrarse en «grandes objetivos» que causan ansiedad y estrés, por lo que debemos dividir nuestro plan en tareas más pequeñas que colaboren con la meta final.

¿Cómo se logra esto? Hay que dejar en claro que algunas personas necesitan conseguir un compañero que esté dispuesto a hacerle rendir cuentas, mientras que otros pueden hacerlo por sí mismos. Lo siguiente es ponerse manos a la obra, lo que comienza con escribir lo que se debe hacer; en otras palabras, realizar listas de cosas por hacer («to-do list»).

En este sentido, hay algunas cosas que se deberían evitar en función de tener una lista de pendientes efectiva. En primer lugar, no se deberían crear listas tan largas que no eviten ni el estrés ni la ansiedad, resultando en pérdida de tiempo. No debería confundirse la cantidad con la calidad. Por otro lado, debe evitarse añadir ítems a la lista sin categorización o prioridades. Por último, no utilizarla como forma de tortura.

Por ello, hay algunos pasos para mejorar y tener listas de pendientes efectivas, que ayuden a rendir cuentas y así aumentar la productividad en el trabajo: lo primero es categorizar para simplificar. Algunos recomiendan no mantener más de siete u ocho ítems, mientras que otros no soportan más de tres ítems en la lista. En segundo lugar, es importante realizarla con anticipación: lo ideal es hacerla cada noche. Y, por último, crear prioridades; esto ayudará ayudará a reducir el tamaño de la lista. Para lograrlo, hay que determinar qué es importante y urgente; lo que es es importante, pero no urgente; lo que es urgente, pero no importante; y lo que no es ni importante y ni urgente

Un aspecto básico que ayudará en tu estrategia de rendir cuentas es añadir estimaciones del tiempo que tomará cada tarea. Esto permitirá planear de manera efectiva y permitirá también saber si una tarea pequeña está tomando más tiempo del necesario.

Por último, es vital mantener un registro del desempeño. Se logra evaluando qué tareas se completaron y cuáles no para saber si se están estableciendo las prioridades adecuadas, recordando no sólo realizar lo que es urgente, sino también lo que es importante a largo plazo. Pero, lo más importante, es tener presente que Roma no se construyó en un día: construir hábitos lleva tiempo.

Por tanto, ante la necesidad de aumentar la productividad en el trabajo, una de las técnicas que podemos utilizar es trazar un plan y rendir(nos) cuentas de los objetivos que nos hemos planteado. Para ello, lo mejor es utilizar una lista de pendientes (to-do list), para lo que necesitaremos saber establecer prioridades y categorías de importancia a nuestras tareas por hacer, creando una lista cada noche y evitando incluir más de siete u ocho ítems en ella. A partir de allí, hay que llevar un registro de los objetivos cumplidos y por cumplir.

Pero hay dos cosas importantísimas a recordar: el objetivo de la productividad en el trabajo es hacer igual o mayor trabajo en menos tiempo, de manera que no debamos esclavizarnos cada día: la mejor forma de mantener y aumentar la productividad es mantenerse saludable. Y segundo: estos son tips que debes adaptar a tu estilo y ética de trabajo, cada persona es diferente y funciona de formas distintas.

Referencias
Korkki, Phyllis (s/f). How to Improve Your Productivity At Work. En The New York Times. Recuperado de https://www.nytimes.com/guides/business/how-to-improve-your-productivity-at-work
Loder, Vanessa (2 de junio del 2014). Five Best To-Do List Tips. En Forbes. Recuperado de https://www.forbes.com/sites/vanessaloder/2014/06/02/five-best-to-do-list-tips/#292aa738651b
O’Donovan, Kirstin (s/f). Why «To-Do» Lists Don’t Work, and How To Change That. En LifeHack. Recuperado de http://www.lifehack.org/articles/productivity/why-lists-dont-work-and-how-change-that.html

Inteligencia emocional según Daniel Goleman

Más de una vez nos habremos preguntado cuál es la diferencia entre un líder carismático, un trabajador estrella, y un trabajador promedio, tal vez mediocre: ¿cuál es el mayor determinante del éxito profesional y personal? Pues la inteligencia emocional, de acuerdo a la propuesta de Daniel Goleman desde mediados de los noventa.

Goleman no fue el primero en utilizar el término «inteligencia emocional», pero, sin duda alguna, fue quien contribuyó a su popularización. La Inteligencia emocional según Daniel Goleman es un constructo que se refiere, básicamente, a un conjunto de capacidades que brindan la posibilidad de reconocer y entender los propios sentimientos y los ajenos, para utilizar dicho entendimiento para dirigir la acción y el pensamiento.

La primera vez que apareció el modelo de Goleman fue en 1995 con su libro Inteligencia emocional (Emotional Intelligence: Why It Can Matter More Than IQ); sin embargo, sus contribuciones siguieron evolucionando y a continuación se expone las habilidades que identifica con la inteligencia emocional de acuerdo a su libro más reciente: La inteligencia emocional en la empresa (Working With Emotional Intelligence).

La inteligencia emocional según Daniel Goleman está compuesta por cinco cinco habilidades generales: la auto-consciencia, la auto-regulación, la motivación, la empatía y habilidades sociales.

En primer lugar, tenemos la auto-consciencia, que permite comprender los propios sentimientos. Básicamente, se compone de consciencia emocional, la auto-valoración y la confianza propia.

La primera, la consciencia emocional se refiere al reconocimiento cómo las emociones afectan nuestro desempeño. Seguidamente, la auto-valoración habla de un entendimiento de las habilidades, fortalezas y debilidades propias. Por último, la confianza propia se refiere al valor y coraje que viene de conocer las habilidades y fortalezas propias.

Por otro lado, tenemos la auto-regulación, que se refiere a la capacidad de contener el exceso emocional cuando respondemos a situaciones inesperadas. Los griegos antiguos la llamaban sofrosyne (cuidado y la inteligencia en el gobierno de la vida propia), mientras que los cristianos y romanos lo denominaban templanza.

La componen el auto control (capacidad para manejar impulsos y emociones inesperadas de forma efectiva), la integridad (honestidad); la «escrupolosidad» (responsabilidad en cumplir las obligaciones); la adaptabilidad (para transformarse y manejar los cambios); e innovación (estar abierto a ideas nuevas).

En tercer lugar, está la capacidad para motivarse, compuesta de la habilidad para manejar y controlar las emociones hacia las metas personales y objetivos propios, determinante del éxito. Estar motivado es hallar el «flujo»; la energía que nos mantiene en movimiento que se encuentra entre la ociosidad y la ansiedad paralizante.

Requiere de un impulso hacia el éxito, que significa la búsqueda constante de la excelencia; así como también de entrega, que representa el compromiso con los valores y objetivos de uno mismo y del grupo; y, por último, necesita también de iniciativa y optimismo, lo que nos motiva a aprovechar las oportunidades.

En otro orden de ideas, las últimas dos habilidades se refieren sobre todo al manejo de grupos y colectivos hacia objetivos determinados. Allí, tenemos la empatía, que proviene del griego empatheia y significa «sentir dentro»; denota la capacidad de percibir la experiencia emocional de otras personas.

Con ella podemos entender a las otras personas, así como orientarnos hacia servir a otros y ayudarlos a desarrollar sus habilidades. Importantísimos son sus aspectos colectivos, en tanto permite equilibrar las habilidades dentro de un grupo diverso de personas y permite identificar las tendencias políticas y sociales dentro de una organización y colectivo.

Finalmente, en la última parte del modelo de inteligencia emocional según Daniel Goleman, tenemos una serie de habilidades sociales que permiten administrar y manejar las relaciones sociales con otras personas, de manera que se dirija la acción colectiva hacia un objetivo en común. Lo componen la capacidad de influencia, de comunicación, de manejo de conflictos, de ejercer liderazgo, de ser catalizador del cambio, creador de vínculos y promover la cooperación y la colaboración.

Tal como hemos visto, entonces, la inteligencia emocional según Daniel Goleman se refiere a una serie de habilidades que permiten conocer las emociones propias y las ajenas para utilizarlas como catalizadores de la acción y del pensamiento, evitando la ansiedad. Estas habilidades pueden agruparse en cinco: la auto-consciencia, conocimiento propio y profundo de las emociones, fortalezas y debilidades; el auto-control, que permite mantener a raya las emociones sobrecogedoras; la motivación, en donde se halla la habilidad de perseguir objetivos y propósitos; la empatía, que mejora las relaciones con las demás personas; y una serie de habilidades sociales que permiten manejar las relaciones sociales de manera que la acción colectiva se dirija hacia un objetivo común.

Referencias
Emotional intelligence (s/f). En Wikipedia. Recuperado el 05 de agosto de 2017 de https://en.wikipedia.org/wiki/Emotional_intelligence
Kennedy, Megan (s/f). Working With Emotional Intelligence. Cuerpo de la página: Primary Goals. Recuperado de http://primarygoals.com/teams/books/emotional-intelligence/
LeaderSummaries (s/f). Inteligencia emocional, resumen del libro de Daniel Goleman. Cuerpo de la página: Leader Summaries. Recuperado de https://www.leadersummaries.com/ver-resumen/inteligencia-emocional

motivacion

Tenemos la posibilidad de elegir

Existe un elemento importante para la creación de lo que uno quiere y para querer lo que uno crea en la vida. Se llama «congruencia».

La congruencia se basa en tener nuestras creencias, valores, deseos, comportamientos y estados (mentales, emocionales, físicos, espirituales, etc.) de tal forma que todos ellos estén fluyendo y vayan en la misma dirección. Una dirección que ha elegido cuidadosamente para usted frente a la dirección que otros han establecido.

Elección

Y trate de no equivocarse en este sentido, que bien puede encontrarse en movimiento hacia una dirección que cuidadosamente ha elegido o quizás se está moviendo en una dirección impuesta por otras personas, que si bien pueden ser intencionadas, son impuestas.

Para desarrollar esto, por supuesto, se requiere tener unas bases o cimientos con las habilidades necesarias. Se necesita habilidad para volar un avión, para construir una relación satisfactoria con su pareja, para tener una buena relación con un cliente o con sus colegas de trabajo, para influir en sus hijos de manera útil, para mantenerse saludable, para aumentar sus ingresos, sólo por nombrar algunas de las más importantes en la vida.

Usted es capaz de hacer, crear y lograr todo lo que quiera, así crea que ese es el caso o no. Mire a su alrededor y vea quién más ha hecho lo que realmente ha querido hacer. Podemos modelar cualquier persona que deseemos. Y el modelado es en sí una habilidad, una habilidad que se puede aprender. Ahora, mientras que la habilidad es importante, no es el elemento más importante de la creación de lo que quiere y del querer lo que uno ha creado

Lo que impulsa nuestro comportamiento

Por ejemplo, nuestro sistema de creencias en general, que incluye lo que la gente llama «creencias» y «valores» impulsará nuestros comportamientos a medida que construimos nuestra vida. Así que la pregunta es, ¿desde qué creencias y valores nos será útil operar, teniendo en cuenta la vida que queremos crear?

Todas las creencias y los valores se aprenden, y se puede instalar cualquier creencia que deseemos y ver lo útil que es o no para nuestras vidas. Si usted no sabe cómo hacer esto, no se preocupe, puede aprender.

Hasta ahora, hemos considerado algunos puntos importantes que le harán más fácil crear lo que quiere y que al mismo tiempo quiera lo que cree. Ahora es entonces importante mencionar los amigos, familiares y seres queridos.

¿Por qué? Porque, la vida está destinada a ser compartida. La vida se hizo para vivirla con los demás. Es más fácil y más dulce crear lo que queremos cuando nos divertimos haciéndolo con otras personas que comparten sus valores y la visión.

Todos podemos aprender unos de otros, y por último están los afortunados que han decidido conscientemente construir una comunidad a la que puedan contribuir y de la que puedan sacar provecho, una comunidad que hará que sea mucho más fácil para ellos crear la vida de sus sueños.

pensamientos tóxicos

Pensamientos indeseados y tóxicos: ¿cómo detenerlos?

Nuestra mente es una máquina que si no funciona a nuestro favor, puede perjudicarnos enormemente. La salud mental es más importante de lo que creemos, ya que si no cuidamos de ella, podemos vernos acabados no sólo a nivel psíquico sino también físico.

Los pensamientos pueden ser de gran ayuda, o pueden convertirse en nuestros peores enemigos. Los famosos ángeles y demonios que representan el bien y el mal, son ejemplos muy claros de cómo nuestra conciencia va oscilando y que puede llegar a tomar caminos que si no detenemos a tiempo, nos llevarán a sitios que no nos hacen nada bien.

Controlar nuestros pensamientos no es una tarea fácil, pero es posible. Hay que hacer un gran trabajo de autocontrol y trabajarlo, como cuando hacemos un ejercicio físico. La mente también necesita un trabajo riguroso, disciplinado y sobre todo ser controlada a tiempo.

Pensamientos indeseados y tóxicosA todos nos ha pasado de encontrarnos pensando en algo que no queremos, que nos hace daño, que no nos aporta nada bueno y pareciera que mientras más intentamos evitarlos, más fuertes se hacen y cuesta sacarlos.

No obstante, eliminar los pensamientos tóxicos e indeseados es posible y con un buen entrenamiento podemos llegar a tomar las riendas de nuestra mente.

Detener el pensamiento

Para conseguir esto necesitas dejar de responder internamente a todas esas preguntas y reflexiones que surgen en tu cabeza. Necesitas detener ese diálogo interior y “mirar para otro lago” ignorándolo. De esta forma se irá solo.

Piensa en el presente

La mayoría de los pensamientos tóxicos se centran en el pasado o en el futuro, casi ninguno de ellos tiene que ver con el momento presente. Por eso, lleva a tu mente al ahora, un ejercicio muy bueno para eso es respirar de forma profunda y consciente, y en seguida podrás volver tus pensamientos a una situación actual.

Ponte activo

Los malos pensamientos surgen casi siempre cuando estamos aburridos, o realizando una actividad que no nos motiva lo suficiente o no requiere de gran concentración. Cuando vengan estos pensamientos busca hacer una actividad que te apasione: deporte, lectura, ver amigos, ir de compras, ve a bailar, al cine, o si estás trabajando, tómate un descanso y cambia tu actividad por unos minutos.

Estimula los sentidos

Esto hará que la mente se concentre más en ese sentido (comer algo, escuchar música, acariciar a tu mascota, etc) y que deje los malos pensamientos en un segundo plano.